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8 Formas de Comenzar a Sanar a tu niña interior

Reconocer - Escuchar - Escribir una carta - Meditar - Llevar un Diario - Vuelve a la alegría - Estar abierta - Alcanzar - Desapegar

Todo el mundo tiene un niño interior.


Es posible que veas a esta niña interior como una representación directa de ti misma en tus primeros años, una colección de retazos de las etapas de desarrollo por las que has pasado o un símbolo de los sueños y la alegría de la juventud.


La conciencia de tu niño interior puede ayudarte a recordar años más livianos y sin preocupaciones. "Estar en contacto con las alegrías de la infancia puede ser una excelente manera de lidiar con tiempos difíciles".


Sin embargo, no todo el mundo asocia la infancia con alegría y diversión. Si experimentaste negligencia, trauma u otro dolor emocional, tu niña interior puede parecer pequeña, vulnerable y necesitada de protección. Es posible que hayas enterrado profundamente este dolor para ocultarlo y protegerte, tanto a tu yo actual como al niño que alguna vez fuiste.


Ocultar el dolor no lo cura.

En cambio, a menudo surge en tu vida adulta y se manifiesta como angustia en las relaciones personales o dificultad para satisfacer tus propias necesidades. Trabajar para sanar a tu niño interior puede ayudarte a abordar algunos de estos problemas.


Sanar a tu niño interior puede llevar tiempo, pero estos ocho consejos son un buen punto de partida.


Primero, reconoce a tu niña interior

Para comenzar a sanar, primero debes reconocer la presencia de tu niño interior.

Cualquiera puede ponerse en contacto con su niña interior, si estás abierto a explorar esta relación. Si tienes dudas o te resistes a la idea de explorar el pasado, tendrás más dificultades para comenzar el proceso de curación.


Si te sientes un poco extraña o incómoda al imaginar abrirte a tu yo infantil, intenta pensar en el trabajo del niño interior como un proceso de autodescubrimiento.


Deje a un lado brevemente la existencia de tu niño interior y piense en algunas experiencias clave de la infancia. Si bien algunos fueron probablemente positivos, otros pueden haberte lastimado o molestado. Quizás todavía llevas el dolor emocional de esos eventos hoy.


El proceso de reconocer a tu niño interior consiste principalmente en reconocer y aceptar las cosas que te causaron dolor en la niñez. Sacar estos dolores a la luz del día puede ayudarte a comenzar a comprender su impacto.


Dicho esto, a muchas personas les resulta útil, incluso reconfortante, dirigirse a su niño interior como lo harían con una persona viva, así que no tengas miedo de intentarlo.


Escucha lo que tu niña interior tiene que decir

Después de abrir la puerta a una conexión con tu niña interior, es importante escuchar los sentimientos que entran.

“Estos sentimientos a menudo surgen en situaciones que desencadenan emociones fuertes, malestar o viejas heridas”.


Puedes notar:


1. Enojo por necesidades insatisfechas

2. Abandono o rechazo

3. Inseguridad

4. Vulnerabilidad

5. Culpa o vergüenza

6. Ansiedad


Si puedes rastrear estos sentimientos hasta eventos específicos de la infancia, puedes darte cuenta de que situaciones similares en tu vida adulta desencadenan las mismas respuestas.


Aquí tienes un ejemplo:


De repente, tu pareja se pone ocupada con el trabajo y no tiene tiempo para la gran noche que habías planeado. Si bien sabes que preferirían pasar tiempo contigo, aún te sientes rechazada y frustrada. Tu decepción se manifiesta de una manera infantil, contigo pisando fuerte hacia tu habitación y golpeando la puerta.


Considerar lo que sucedió a través de los ojos de su niño interior puede ofrecer información valiosa en este escenario.


Te das cuenta de que la repentina necesidad de trabajar de tu pareja te hizo sentir igual que cuando tus padres cancelaron planes, citas para jugar e incluso tu fiesta de cumpleaños, debido a sus apretadas agendas.


De esta manera, escuchar los sentimientos de tu niño interior y permitirse experimentarlos en lugar de alejarlos puede ayudarte a identificar y validar la angustia que has experimentado, un primer paso esencial para superarla.


Escribir una carta

Para abrir un diálogo y comenzar el proceso de curación, se recomienda escribir una carta a tu niña interior.

Puedes escribir sobre los recuerdos de la infancia desde la perspectiva de un adulto, ofreciendo información o explicaciones sobre circunstancias angustiantes que no entendías en ese entonces.


Tal vez no sabías por qué tu hermano siempre te gritaba y rompía tus juguetes, pero aprendiste a temerle de todos modos. Si desde entonces te has dado cuenta de que él experimentó años de acoso y abuso, su rabia puede comenzar a tener sentido. Compartir esta revelación con tu niña interior puede ayudarte a aliviar algo de ese dolor persistente.


Una carta también puede darte la oportunidad de ofrecer mensajes de tranquilidad y consuelo.


Aquí algunas preguntas que también pueden ayudar a mantener el diálogo:


1. "¿Cómo te sientes?"

2. "¿Cómo puedo apoyarte?"

3. "¿Que necesitas de mi?"


Sentarse con estas preguntas a menudo puede conducir a respuestas, aunque puede pasar algún tiempo antes de que tu niña interior se sienta segura y protegida.


Prueba la meditación

¿Y esas preguntas que le hiciste a tu niña interior? La meditación puede ser un gran método para abrirse a las respuestas.

La meditación tiene muchos beneficios para la salud física y emocional, pero algunos de ellos se relacionan directamente con el trabajo del niño interior.


Por un lado, la meditación estimula la autoconciencia consciente, enseñándote a prestar más atención a los sentimientos que surgen en la vida diaria. Una mayor atención en torno a tus emociones hace que sea más fácil darse cuenta cuando situaciones específicas desencadenan reacciones inútiles.


La meditación también te ayuda a sentirte más cómodo con las emociones no deseadas.


Los niños a menudo tienen dificultades para nombrar las emociones incómodas, especialmente cuando no se les anima a expresarse. Pueden reprimir o enterrar estos sentimientos para evitar el castigo o ganarse el elogio de los cuidadores por ser "buenos" o mantener el control.


Las emociones, positivas o negativas, están destinadas a ser experimentadas y expresadas. Las emociones reprimidas suelen aparecer en algún punto, a menudo de formas inútiles e incluso dañinas.

La meditación te ayuda a practicar el reconocimiento y la aceptación de cualquier sentimiento que surja en tu vida. Cuando se acostumbres a aceptar las emociones a medida que surgen, te resultará más fácil expresarlas de manera saludable. Esto ayuda a validar los sentimientos de tu niño interior al enviar el mensaje de que está bien tener emociones y dejarlas salir.


También puedes probar la meditación de bondad amorosa para enviar sentimientos de amor a tu yo hija. También se recomienda la meditación de visualización como una herramienta útil para imaginarse a tu niña interior, o incluso "visitarla" como tu yo adulta.


Lleva un diario como niña interior

Para muchas personas, llevar un diario es una excelente manera de clasificar las experiencias desafiantes o confusas y la confusión emocional. Si llevas un diario, es posible que ya obtengas muchos beneficios de esta estrategia de afrontamiento.

Así como llevar un diario puede ayudarte a reconocer patrones en tu vida adulta que quieres cambiar, llevar un diario desde la perspectiva de tu niña interior puede ayudarte a reconocer patrones inútiles que comenzaron en la niñez.


Para este ejercicio de llevar un diario, deja a un lado tu yo presente por el momento y canaliza tu yo infantil. Prueba con fotografías o un breve ejercicio de visualización para recordar cómo se sintió a la edad específica que desea explorar.


Una vez que estés en la mentalidad correcta, escribe algunos recuerdos y cualquier emoción que asocie con esos eventos. Trata de no pensar demasiado en lo que estás escribiendo. Simplemente deja que los pensamientos fluyan sobre el papel a medida que surgen. Expresarlos de una manera desenfrenada puede ayudarte a llegar al corazón del dolor de tu niña interior.


Trae de vuelta las alegrías de la infancia

La adultez ciertamente conlleva muchas responsabilidades, pero la relajación y la alegría son componentes esenciales de una buena salud emocional.

Si tu infancia careció de experiencias positivas, volver a ponerse en contacto con tu lado lúdico y hacer tiempo para divertirte puede ayudar a curar el dolor de perderte lo que necesitabas cuando eras niño.


También es importante disfrutar de pequeños placeres, como helados después de un paseo, juegos con tu pareja o hijos y reír con amigos.


Hagas lo que hagas, dedicar un tiempo regular a la diversión y la alegría en tu vida puede ayudarte a reavivar las emociones positivas de la juventud.


Deja la puerta abierta

La sanación no siempre tiene un final definido. A menudo se trata de un viaje más abierto.

Has comenzado el proceso acercándote a tu niña interior. Ahora puedes cultivar esta nueva conciencia y seguir escuchando la guía de tu hija a medida que avanzas.


Tu yo niña puede tener más que revelar sobre los desafíos del pasado. Pero también puedes aprender a ser más espontánea y juguetona y considerar lo que la vida tiene para ofrecer con un mayor sentido de asombro.


Mantenerte en sintonía con tu niña interior puede conducir a un sentido más completo de sí misma y aumentar la confianza y la motivación. Refuerza la conexión que has abierto afirmando tu intención de seguir escuchando, ofreciendo amor y compasión, y trabajando para sanar cualquier herida que permanezca abierta.


Hablar con un terapeuta

El trauma pasado puede causar mucha angustia. Los terapeutas intentan crear un espacio seguro para que comiences a navegar por esta confusión emocional y aprendas estrategias útiles para sanar a tu niña interior.

Los terapeutas generalmente reconocen cómo las experiencias de la infancia y otros eventos pasados ​​pueden afectar tu vida, tus relaciones y tu bienestar general. Pero no todos los tipos de terapia priorizan la exploración de eventos pasados ​​o conceptos relacionados, como la niña interior.


La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, se considera un enfoque de tratamiento muy eficaz, pero generalmente se centra en tus experiencias en el presente.


Si estás interesada en explorar un poco tu pasado y conocer a tu niña interior, busca un terapeuta que tenga experiencia en esta área. Por lo general, la psicoterapia orientada psicodinámicamente puede ser una buena opción.


La terapia del niño interior, también llamada trabajo del niño interior, se centra específicamente en este proceso, pero otros tipos de terapeutas también pueden ofrecer apoyo. Siempre es útil que los terapeutas potenciales sepan las preocupaciones específicas que te gustaría explorar.


Párrafo Final

Cuando las necesidades de amor, reconocimiento, elogio y otros tipos de apoyo emocional no se satisfacen en la infancia, el trauma resultante puede durar hasta bien entrada la vida adulta.


Aquí te dejo el primer video de nuestro curso de Trabajo de la Sombra y del Niño Interior.



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Pero nunca es demasiado tarde para curarse. Al aprender a nutrir a tu niña interior, puedes validar estas necesidades, aprender a expresar emociones de manera saludable y aumentar la autocompasión y el amor propio.

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